Luciana Salazar se metió de lleno en su papel de mujer fatal y a los pocos minutos de haber ingresado a la casa de Gran Hermano, la despampanante blonda logró sonrojar a los participantes, que enmudecieron antes las preguntas que la vedette y cantante les disparaba.
A su ingreso, Luciana se tomó la libertad de recorrer parte de la casa, mientras que los chicos aguardaban la “sorpresa” encerrados en el Confesionario.
La cara de los “hermanitos” fue impagable cuando advirtieron a la sobrina de Palito y Evangelina deambular por la propiedad de Gran Hermano. Los cuatro acudieron al encuentro y, luego del saludo inicial, la distancia impuesta por la timidez de los muchachos se fue acortando con el corre de los minutos y el trascurrir de la charla.
Más tarde, Luciana recordó el propósito de su visita y extrajo de un maletín el cuestionario con el que enloqueció a los chicos. Las preguntas fueron de carácter sexual y, entonces, algunos de los rostros cambiaron de color.
Para finalizar con su visita, Luli pasó al Confesionario para charlar con el dueño de La Casa, a quien confesó tenía deseos de conocer.
Fuente: PrimiciasYa
0 comentarios:
Publicar un comentario