Rocío Gancedo fue la primera expulsada de Gran Hermano. Desde que ingresó al programa dijo que su sueño era ser vedette. Y parece que la chica tiene muy claro sus objetivos ya que de a poco sube escalones para alcanzar lo que más desea: ponerse las plumas.

Por lo pronto, se animó a posar desnuda y aceptó ser la “conejita” de Playboy de febrero. Mientras en la casa más famosa del país la muchacha se mostró pudorosa, en la producción realizada para la publicación masculina se despojó de todos sus temores y se deja ver como Dios la trajo al mundo.